martes, 28 de abril de 2020

A modo de presentación

A pesar de que la mayoría de nosotros alguna vez se ha subido a un buque, sea en forma recreativa para navegar por el Tigre, o para cruzar a Uruguay, generalmente no tenemos mucho contacto con la actividad naval. Lejos han quedado los días en que los grandes vapores surcaban el Atlántico para traer a nuestros abuelos a estas tierras. Sin embargo, la importancia del transporte naval no se ha visto reducida. Vamos con algunos números:

-El comercio marítimo tiene una cuota de más del 90% de participación en el tráfico de mercaderías internacional
Buques en circulación en el mundo

-Existen más de 50.000 buques destinados al comercio internacional, registrados en 150 naciones y tripulados por más de un millón de marineros.

-En una escala menor, pero no por ello menos importante, el transporte fluvial sigue siendo fundamental en los estados que tienen la ventaja geográfica de poseer ríos navegables (incluso, el poseerlos les da una ventaja comparativa con respecto a los estados que no tienen esa dicha).




 
Uno de los cambios tecnológicos más disruptivos en nuestra vida está siendo la creación de vehículos autónomos, que se están desarrollando por las principales automotrices y otras empresas, como Uber, Lift, Tesla, etc. La incorporación de esta tecnología implica no solo un cambio total en nuestro modo de transportarnos, sino que un gigantesco esfuerzo de diseño, sistemas de redes, información, unión de diversas tecnologías; y un gran cambio legal para hacerlos posibles y resolver los posibles conflictos que surjan de su implementación. Por ejemplo:
-¿Quién responde en caso de un accidente? ¿El diseñador o el dueño?
-¿Qué grado de autonomía pueden tener? ¿Sería posible en algún momento tomar el «control humano»? ¿Qué consecuencias jurídicas tendría?


Todas estas preguntas pueden realizarse en el tema del transporte marítimo, e intentaremos resolverlas en este blog. A diferencia del transporte terrestre urbano, el transporte naval tiene una gran dependencia de la meteorología, posicionamiento, canales estrechos a la hora de acercarse a los puertos. También es una actividad sumamente regulada, por motivos de seguridad. Podríamos pensar entonces:
-¿En qué nivel de desarrollo nos encontramos?
-¿Qué impacto puede tener en el derecho de la navegación?
-¿Y en el derecho laboral?
-¿Qué ventajas y desventajas económicas puede tener la implementación de buques autónomos?


Esperamos que esta temática resulte del interés de todos y confiamos en aportar un poco a la divulgación de este tema, tan poco conocido, pero tan trascendente a nivel mundial.



La presente iniciativa surge como un ejercicio práctico enmarcado en la clase de Introducción a la Informática, que hace parte de la Carrera de Especialización en Derecho Informático impartida en la Universidad de Buenos Aires.
 

Sobre los autores:

Eduardo Santos Sharpe, abogado UBA, 
Noelia Calabria, abogada UBA,
Romina Iaia, abogada UBA, 
Gisele Pipola, abogada U.N.L.P, 
Juan Pablo Sánchez, abogado Universidad del Norte (Colombia)

Entrada realizada por: Eduardo Santos y Juan  Pablo Sánchez



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