DESAFÍOS RESPECTO A SU IMPLEMENTACIÓN.
Para la Universidad Tecnológica de Dinamarca (DTU) el
desafío consiste no tanto en los aspectos técnicos, pues los ingenieros y
quienes desarrollan estos sistemas para evitar colisiones entre buques
autónomos están seguros de que entre ellos disminuirá drásticamente la cantidad
de accidentes tales como colisiones y varaduras, debido a la inexistencia de
personal embarcado a bordo. El desafío se presentará cuando – durante un largo
período – la coexistencia de buques tripulados y autónomos demuestre que se comportan
de distinta manera frente a situaciones de peligro de colisión. Los buques
autónomos deberán contar con sistemas y rutinas que permitan compensar esas
diferencias. Las estadísticas que maneja DTU muestran que el 65 % de los
siniestros marinos tienen como causa “error humano”. Ese elevado porcentaje es
la mayor apuesta a que los buques autónomos significarán un incremento notorio
de la seguridad de la navegación.
Remolcador de empuje en el Río Paraná. |
Existe, actualmente, normativa de carácter internacional y nacional que se verá afectada con la implementación de estos nuevos navíos. Vamos a focalizarnos en aquella que, a nuestro criterio, es la mas significativa para la materia en análisis.
Dentro del primer grupo podemos mencionar:
- REGLAMENTO INTERNACIONAL PARA PREVENIR ABORDAJES EN EL MAR (RIPPA).
- SOLAS (Convención Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar)
- STCW
- CONVEMAR
- RESMMA (REGLAMENTO DEL SERVICIO MÓVIL MARÍTIMO)
Dentro del segundo:
- LEY DE LA NAVEGACIÓN (Nº 20.094)
- REGINAVE (RÉGIMEN DE LA NAVEGACIÓN MARÍTIMA FLUVIAL Y LACUSTRE)
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